Vía ferrata de Tajo de Ronda y su historia

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Los hierros antiguos de la Vía ferrata del Tajo de Ronda se construyeron por obreros, para subir el material y realizar los muros de mampostería que sujetan la pared, así evitar más desprendimientos, como los que ocurrió en 1917, que conmociono a todo el pueblo y parte de la provincia.

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La noche de ese fatídico día 11 de julio de 1917 un trozo del talud del corte del tajo se desprendió arrojando hacia el vacío toneladas de rocas que se precipitaron sobre las construcciones que había en la vaguada, conocidos como «los molinos del tajo», destruyendo a tres de estos. El peor parado fue el que habitaban Doña Socorro Ramírez de Hoyos, su familia al completo, varios operarios y un soldado amigo de la familia, procedente de la guerra de Marruecos, se dirigía al vecino pueblo de Benaoján donde residía, y que se quedó a pernoctar en el molino. Conocemos que se trataba de un molino de harina, que siguiendo la tradición de años pretéritos, utilizaba uno de los saltos de agua del río Guadalevín para la molienda del trigo. Todos murieron a excepcióm de los niños Manuel y José Castillo Vázquez de 11 y 7 años de edad respectivamente que eran hijos de uno de los trabajadores que había en uno de los molinos. En total fueron 17 las víctimas mortales.

Los hechos y la magnitud de la tragedia conmocionó a la ciudad de Ronda y será el Ayuntamiento de la misma el que costeará a sus expensas el sepelio de las víctimas y así mismo erigirá un monolito funerario en el cementerio de la Dehesa ( San Miguel). Actualmente, tras el cierre del antiguo cementerio municipal, los restos se trasladan al cementerio de San Lorenzo junto con el mencionado monolito ( patio primero )

El médico rondeño Don Diego Vázquez , tras ser avisado del suceso, dedicó en cuerpo y alma a auxiliar a los heridos. La actuación y entrega de este doctor fue reconocida por todos así el Ayuntamiento de Ronda lo condecoró.

No deja de ser un misterio el que las actas municipales de este lamentable suceso fuesen cortadas del susodicho libro, y que hoy por hoy se encuentren desaparecidas.
Posiblemente oculten alguna intervención municipal sobre la cornisa del tajo, como la de volar un saliente de rocas no lejos de donde ocurrieron estos hechos, y por causas que hoy son solo suposiciones, la onda expansiva de la explosión habría tenido consecuencias fatales.

Varios amigos de la zona (escaladores, espeleólogos, montañeros,…), decidieron adaptarla y prepararla para el turismo activo. Poco después tal el éxito que tubo, se encargo a este grupo el proyecto de las vías ferratas de la Serranía de Ronda (Vías ferratas de Benaojan, Montejaque, Jimera de Libar, Atajate, Benadalid, Benalauría, Gaucin, Igualeja,…).
Rafael Ríos (Albergue de los Molinos del Tajo), Miguel Angel Mateos, Rafael Flores (Rf Natura), Javier Bazan (Pangea), Rafael Cordero (Al Andalus Activa), Laura Lopez (Al Andalus Activa), Jesús Olvera (Al Andalus Activa), Carlos Guerrero (Pangea y Al Andalus Activa) y muchos más que colaboraron, aportaron y trabajaron en el proyecto de las Vías ferratas de la Serranía de Ronda.

Enlace de la actividad: https://alandalusactiva.com/actividades/vias-ferratas-en-andalucia/via-ferrata-en-malaga/via-ferrata-del-tajo-de-ronda/